martes, 15 de enero de 2008

“¡FELIZ NAVIDAD Y ¿PRÓSPERO AÑO NUEVO?!”

Los últimos datos económicos son más que preocupantes para las clases populares y los trabajadores, es decir para la mayoría de la población.

Hasta la fecha, y ya es diciembre, los convenios firmados entre enero y noviembre han subido los salarios el 2,8% para el año siguiente, con cláusulas de revisión topadas, es decir que se revisará no hasta lo que suponga la inflación, sino hasta un porcentaje máximo que nunca supondrá recuperar todo el poder adquisitivo perdido. La inflación ya va por el 4,1%, lo que supone que hay un 1,3% de pérdida en la capacidad de compra de los trabajadores. Y aún no es Navidad, con lo que no se evalúa el subidón alcista de los precios.

Más aún, el 26% de los ciudadanos españoles está pagando una hipoteca, lo que supone que más de uno de cada cuatro tiene una deuda importante contraída con los bancos debido al sector inmobiliario. Peor aún, casi el 50% de los ciudadanos tiene contraída algún tipo de deuda, o dicho de otra forma, uno de cada dos ciudadanos.

Todos los servicios básicos, tasas e impuestos suben mucho más del 3%, así que el apretarse el cinturón es más acuciante.

Y ante esto, o hacemos caso al gobierno o disparamos más la inflación. Hay que comer conejo y productos baratos en estas fiestas porque los típicamente navideños como siempre serán los que más subirán cuando vuelvan a los hogares españoles por estas fechas (como la famosa marca de turrón). Según el gobierno la inflación se arreglará a mediados del próximo año, para el que incluso se atreve a pronosticar un crecimiento económico inferior.

Por otro lado, es evidente que Solbes toma cafés en sitios de alto “standing”, ya que la mayoría de los ciudadanos no damos 1€ de propina por tomar un café.

El P.C.E. no puede menos que despreciar absolutamente estas declaraciones y valoraciones del gobierno del PSOE.

El P.C.E. insiste en que los sindicatos siguen dando pruebas más que sobradas de moderación salarial, porque han vuelto a firmar un acuerdo con la patronal de subidas ajustadas al 2% y, por eso ahora los sindicatos están callados o protestan tímidamente pidiendo medidas a un gobierno incapaz, que sólo piensa en las próximas elecciones de marzo.

Mientras más de 3 millones de empelados públicos volverán a acumular pérdidas en su poder adquisitivo al subírseles una vez más el famoso 2%.

Y este acuerdo sindicatos-patronal de contención salarial es a cambio de crear empleo, que casi siempre será temporal. Y más en periodo de crisis.

El panorama económico es de una gravísima crisis si pensamos que muchos de esos trabajadores de las administraciones públicas y de los trabajadores en general son los que soportan las elevadas hipotecas, y los que harán frente al fuerte incremento de luz, teléfono, hidrocarburos y ahora todo tipo de alimentos.

Se acabó la alegría y la confianza en nuestro modelo económico que tantas personas se han creído sólo porque lo decían los gobiernos del PP y del PSOE basado en actividades que dependían del grado de consumo de los ciudadanos, de la vivienda y del turismo. O de la especulación, con la inversión de una parte de los ahorros en todo tipo de fondos de inversión que están cayendo. El optimismo de los bancos al dar hipotecas y préstamos o al invertir ellos mismos y las empresas importantes en fondos especulativos, se acabó. Ya no hay fáciles beneficios.

Mientras los elementos reales y sólidos necesarios de la economía que provocarían beneficios no mejoraban, sino que descendían: la industrialización acentuada por las deslocalizaciones hacia países con salarios más bajos, las exportaciones que dan balanzas comerciales cada vez más deficitarias, o falta de inversiones en tecnología e I+D+i, etc.

La bomba economía ha estallado: los bancos ya no dan créditos por falta de liquidez cuando han sido “generosos” hasta el peligro de tener pérdidas o quiebras debido a un sector inmobiliario ya saturado que no puede vender una vivienda cada vez más cara; la gente no pide créditos hipotecarios al no tener suficiente pode adquisitivo los precios del crudo crecen constantemente, lo que supone que suben los precios y servicios que acaba pagando el consumidor: los fondos especulativos no dan más porque no se capitalizan constantemente y por último, la subida de los impuestos.

Todo eso pilla a unos ciudadanos cuyo salario no ha subido, para mantener ese crecimiento económico irreal, porque tienen que comprar productos cada vez más caros, pagar hipotecas con intereses elevados, ya que la vivienda está por las nubes, los fondos no rinden y el turismo es cada vez más caro. Ahora se unen a esta tendencia fuertemente alcista de los precios los alimentos por el coste del petróleo (que es síntoma de su prevista desaparición), por la demanda exterior y por los biocombustibles.

La crisis también pilla a toda la UE, al tenerle que prestar la Reserva Federal de EEUU (banco central), junto con bancos suizos o canadienses, al Banco Central Europeo (BCE) para aumentar la liquidez, porque los bancos centrales de los estados no inyectan esa liquidez a los bancos que tienen falta de dinero, debido a su actividad especulativa y a conceder alegremente al conceder préstamos e hipotecas.

Hace poco, el gobierno español tenía la brillante idea de vender toneladas de oro que eran reservas de nuestro banco central, porque según su opinión no era necesario este sistema monetario. Esperemos que no lo hagan.

El remate a la actual crisis sigue lo que ya han hecho todos los gobiernos españoles: echar la culpa a los trabajadores y a las clases populares, es decir apretarse el cinturón y comer productos baratos. Justo se les pide a los que se han contenido con los acuerdos salariales.

Y el gobierno y sus grandes técnicos y asesores, ésos que ganan millones por pensar y actuar ¿qué comerán esta Navidad?, ¿no sufren despidos ni ceses?. ¿Es culpa de los trabajadores, que son la mayoría de la población, esta nueva crisis especulativa, bursátil y de modelo aprobado por los distintos gobiernos?

Evidentemente eso es lo que le/al parece para el actual gabinete. Como también parece ser que es culpa de los trabajadores el cambio climático, ya que el 10% de las emisiones lo provocan los hogares españoles y son los que deben corregirlo.

Para el P.C.E. el modelo económico capitalista de constante consumismo y especulación es un disparate.

No obstante ¿dónde están ahora los sindicatos que son las organizaciones a los que todos los trabajadores miramos en estas situaciones?. Además de la tímida queja, ¿van a presionar al gobierno para que haga algo, o van a esperar a marzo también?

Comité Local del PCCL-PCE

Burgos, 21 de noviembre de 2007

No hay comentarios: