martes, 15 de enero de 2008

“EL P.C.E. CONTRA EL PARQUE DE OCIO DE ARLANZÓN”

El mal llamado parque de ocio de Arlanzón muestra el modelo de desarrollo económico que la Junta del PP defiende para el medio rural.

Las bases del desarrollo económico de Arlanzón suponen para el PP la sustancial modificación de los ecosistemas, así como un urbanismo salvaje. Sobre lo que la UE viene alertando al estado español para que respete y evite su degradación. El PP sigue apostando por lo que se llama la “burbuja inmobiliaria” en el inicio de una preocupante crisis. Recomendaciones sobre tomar precauciones las hacía no hace mucho tiempo el Comisario de Economía de la UE, Joaquín Almunia (con carné del PSOE).

Actuaciones sobre el proyecto urbanístico de Gredos y de Arlanzón muestran que la Junta no se cree su propaganda sobre utilizar la belleza paisajística y la riqueza medioambiental de Castilla y León para atraer turismo. En Arlanzón de lo que se trata es de favorecer a los constructores como se deduce del interés mostrado por la Diputación durante todo el proceso, a pesar de que los informes desestimaban inicialmente el proyecto como tal y el lugar escogido para su realización.

400 chalets, campo de golf, hotel de 4 estrellas, etc., son barbaridades propias de modelos de desarrollo agotados como el del Mediterráneo. Aún cuando se alejen las edificaciones de la ribera del río o se conserven árboles centenarios en medio de un campo de golf.

Decir que en Arlanzón se crearán 60 puestos de trabajo es absurdo, ya que en su mayoría serán eventuales. Sencillamente es un proyecto especulativo en el que distintas empresas a través de una UTE se beneficiarán.

Hacer un campo de golf en Arlanzón con la enorme cantidad de agua que se necesita para su mantenimiento (8.000 litros/día si es de 18 hoyos) es un disparate en pleno cambio climático. Construir 400 chalets y un hotel de cuatro estrellas suponen un derroche difícil de asimilar y de aceptar en plena crisis inmobiliaria y en el inicio de una grave recesión económica que como todas hará disminuir el turismo, el ocio y el comprar otra vivienda.

La actitud cómplice del PSOE cuando señaló en la Diputación que con algunos cambios se pude aprobar el proyecto, en lugar de rechazarlo radicalmente, es un ejemplo de que comparten PSOE y PP el mismo modelo de desarrollo agotado, que se resume en el urbanismo salvaje en el medio rural para intentar conseguir una población foránea que busca una segunda vivienda dentro de marcos paisajísticos y naturales que en Arlanzón quedarán claramente dañados. Son urbanizaciones con infraestructuras urbanas básicas y servicios que resultan caros de hacer y costosos de mantener.

Las recientes modificaciones del proyecto no han cambiado un modelo económico que rechazamos, pero además añaden otros elementos negativos porque no desestima edificar viviendas en el límite sur y las traslada a los montes públicos que serán repoblados con chopos.

Para el P.C.E., hay que retirar este proyecto porque no elimina el urbanismo y añade la edificación de pistas polideportivas, porque el monte público pierde o ve muy mermadas las funciones de ocio y actividad tradicionales (recogida de leña y de otros productos naturales), a la vez que se reforestará, si se hace, con especies de crecimiento rápido que modifican los ecosistemas y esa utilización tradicional del monte. Y porque la parte reservada al proyecto medioambiental queda alejada de la zona transformada y se apuesta por actividades lúdicas elitistas y caras (golf y equitación) dejando al aula medioambiental como algo testimonial. Pero sobre todo porque el monte público se ve reducido al permitir edificaciones, abriendo la puerta a posteriores construcciones en lo que de él quede en el futuro. Además no se crea empleo fijo, ni en la cantidad suficiente.


Comité Provincial del PCCL-PCE

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