Tradicionalmente en nuestro estado los grandes partidos PP y PSOE cuando han logrado el poder, defienden la privatización de servicios y empresas públicas (“externalización” lo llaman para dulcificar) dando razones cada cual más peregrinas.
En la época del PSOE de Felipe González era porque lo pedía la UE. Por eso vendían las empresas tras sanear las pérdidas en que estaban. Se quedaban con la “acción de oro” en esas empresas privatizadas (suponía que podían bloquear decisiones). Luego renunciaron a esa “acción de oro” porque de nuevo lo decía la UE.
El PP defendía también la “externalización”-“privatización” porque se gestionaba mejor.
La realidad es que las empresas públicas daban pérdidas, pero por falta de inversiones y mala gestión que no las hacía competitivas.
PSOE y PP pasan de tener empresas públicas de calidad, porque les obligaba a gestionar y modernizar esas empresas con inversiones. Se trataba sencillamente de desentenderse de ellas. Con haber sustituído a los malos gestores, hubiera bastado.
Esto nos diferencia de los grandes estados de la UE que mantienen empresas públicas para mejorar sus cuentas y que están en continua expansión, ya que quieren comprar empresas españolas que algún día fueron estatales (Iberdrola por la EDF francesa, Iberia por la alemana Lufhansa, etc.).
Esta filosofía “externalizadora-privatizadora” ha calado muy especialmente en los ayuntamientos.
El Ayuntamiento de Medina de Pomar dio la gestión del agua a Aquagest porque ofrecería un mejor servicio, pero ha tenido que solapar su cuenta de pérdidas y falta de inversiones prometidas. Ahora acaba de dar también a Aquagest la explotación de las piscinas, pero teniendo que conjugar a su vez el déficit de Aquagest que asume y abona el Consistorio.
No hace un mes de esto y resulta que los precios para 2008 de las piscinas y los bonos correspondientes que acaba de aprobar el Ayuntamiento, generan serias dudas sobre que puedan resolver el déficit previamente asignado y que es compensado por la Corporación, al no haber un estudio económico por parte de la empresa concesionaria.
Peor aun, resulta que los precios no se ajustan al pliego de condiciones por el que se le dio la concesión a Aquagest, siendo mayores pero sin ser los que esta empresa quería. Es decir, el Ayuntamiento como no deseaba tener la gestión y funcionamiento de las piscinas, cede a sus propias condiciones expresadas en el pliego de privatización, para acercarse a los de la empresa que se quedó con la gestión en su oferta inicial. Con esta actuación del Ayuntamiento, parece que estaba claro que se le daría a Aquagest la explotación de las piscinas, y que una vez dado se les concederían las peticiones que no se le otorgaron cuando se hizo la adjudicación en la explotación de las piscinas.
Y encima se quieren vender estos precios como una decisión salomónica, cuando sale perdiendo el Ayuntamiento y en consecuencia los ciudadanos.
Si aun no se ha firmado el contrato de “privatización-externalización” con Aquagest, sencillamente creemos que no debe firmarse.
Como se puede ver, privatizar servicios ni mejora el servicio, ni da beneficios. Sencillamente es más cómodo para las administraciones públicas, en particular en este caso para el Ayuntamiento de Medina de Pomar que sólo se encarga realmente de recaudar impuestos (y lo hace la Diputación) y gastar en obras, muchas innecesarias, y así no tiene que pagar personal surgido a través de una Oferta Pública de Empleo (privatizando incluso se puede meter a trabajar a quien se quiera) con los costes salariales y sociales que esto conlleva.
El resto es perder dinero.
Esperemos que PSOE en el Ayuntamiento tenga una estrategia para poder evitar esta situación.
Comité Comarcal del PCCL-PCE de Las Merindades.
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