Desde el Comité Local del Partido Comunista de España, queremos manifestar nuestro apoyo y solidaridad a las organizaciones sindicales y los funcionarios de Justicia en sus justas reivindicaciones.
Ellos están demostrando lo que s la lucha de los trabajadores por conseguir unas condiciones laborales y salariales adecuadas. Y a la vez demuestran como los gobiernos que durante las elecciones se llaman de “izquierdas”, son claramente de derechas justificándolo en el ejercicio de una buena gestión.
Durante meses los trabajadores de justicia pertenecientes a la administración del estado piden que se equiparen sus salarios a los que les que ejercen iguales funciones pero que son pagados por las comunidades autónomas, que supone una diferencia de 200 €.
A lo largo de este tiempo el gobierno ha pretendido desgastar a los huelguistas a través de reuniones estériles (hasta 10), dando tan sólo en la última ofrecía 110 € de subida a pagar en plazos. No tiene lógica cuando los empleados públicos estatales llevan una pérdida de poder adquisitivo de más del 20% que en los de justicia se traduce entorno al 40 % por desfase en complementos y otros conceptos.
Tenemos que ve el espectáculo bochornoso de cómo aquellos que defienden viviendas de 60 m2, se arreglan la casa ofcial como el ministerio de Justicia porque no puede vivir echando la culpa a la anterior ministra de la situación. Vemos como los trabajadores de justicia se hacen oír en los mítines de ZP que anuncia “solidaridaZ, modernidaZ, igualdaZ” y defensa de los que nada tienen y siendo desalojados de malas maneras.
A pesar del tiempo como la huelga no de veces el PSOE dice que habrá más servicios mínimos e inicia expedientes a trabajadores, con el fin de que los huelguistas se reduzcan y se inicie la mejora del atasco administrativo generado.
En fin lo de siempre para reventar la huelga.
Desde el P.C.E., animamos a los trabajadores para que sigan luchando. Ellos son el espejo en este momento de todos los trabajadores que cada vez sufren peores condiciones y que por diferentes y numerosas razones aún no se han movilizado.
Su éxito supondrá no sólo una mejora para ellos, sino un ejemplo de que las reivindicaciones de los trabajadores pueden tener éxito su fracaso supondrá un duro golpe para la movilización de los trabajadores por sus reivindicaciones, como sucedió con la huelga de los mineros contra Margaret Tacher, que supuso el final del sindicalismo reivindicativo en el Reino Unido.
Por eso os animamos.
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