El gobierno ha decidido apretar un poco más a los ciudadanos con subida de las tarifas de la luz en el mes de julio..
El análisis de esta subida es difícil de comprender y además es engañosa, ya que va revestida de una aparente fiscalidad que grava los elevados consumos, cuando en verdad no es así.
El gobierno cae en la presión de las industrias energéticas que demandaban esta nueva subida. La subida entre un 6,8 y un 8% en julio, es una petición de las empresas del sector carente de justificación, ya que tienen enormes beneficios, además de controlar en otros países este sector con lo que esos beneficios son realmente escalofriantes.
Pero es que además a esta nueva subida 6% habrá que sumar el 3% que ya se incrementó en enero. Y aunque no fuera así, el IPC oficial del gobierno era para 2007 del 2% y subió en enero por encima de ese IPC y siendo en enero del 3% y vuelve a subir en julio la tarifa otra vez por encima de la inflacción prevista para este 2008. El gobierno tan contundente a la hora de pedir una moderación salarial ajustada al IPC oficial, es el primero que se salta su criterio en las subidas de precios que autoriza o promueve. Y como siempre lo hace en verano, con lo que se notará a la vuelta de vacaciones, especialmente en otoño e invierno que hay menos luz solar.
La supuesta progresividad de la subida tampoco existe, ya que el tener contratada una baja potencia sólo supone tener en funcionamiento un electrodoméstico, lo cual en la vida cotidiana no es realista.
Las tarifas de la luz como cualquier otro sistema impositivo se basa prácticamente en el consumo y no en los ingresos o patrimonios, ya que los que tienen más viviendas que la habitual no ven grabada su tarifa en las otras por el mayor consumo que hagan o por los contactos de luz que establezcan.
Y aunque el gobierno diga al final de la reunión con patronal y sindicatos que ya no va a subirla más, ya es desmesurado ese incremento de la tarifa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario