El modelo impositivo del Valle de Mena es erróneo y trasnochado

Hace unas fechas hemos conocido por los medios de comunicación que el Ayuntamiento del Valle de Mena por unanimidad bajará la recaudación por el Impuesto de Bienes Inmuebles en un 22%.

Desde el Comité Comarcal del P.C.E. de Las Merindades queremos manifestar nuestro rechazo por esta medida porque creemos que es una medida errónea y un modelo impositivo equivocado que no resolverá los problemas de financiación del consistorio menés.

Si bien es cierto que se reduce la carga fiscal sobre los ciudadanos y actualiza el sistema recaudatorio que se mantenía desde hace 20 años, no es menos cierto que esa recaudación se reducirá por mucho que diga el equipo de gobierno municipal. Se salva según dicen por los ingresos que provengan del desarrollo urbanístico que ha sufrido el municipio. Esto es positivo si va acompañado de otro crecimiento económico que no se base sólo en el urbanístico.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los gastos municipales se emplean para acometer obras y servicios gracias a los ingresos obtenidos de los impuestos y tasas que pagan los ciudadanos, pero especialmente provienen de las subvenciones que dan las administraciones por los ciudadanos que están empadronados. Si baja el IBI, bajan de forma importante los ingresos.

Desde el Partido Comunista de España, entendemos que no hay que bajar el IBI, pero hay que racionalizar el cobro del IBI estableciendo un nivel impositivo que tenga en cuenta si se trata de la primera vivienda, o de una vivienda vacacional o estacional. O cuál es la ubicación, superficie, o elementos complementarios que tiene la vivienda (trasteros, parking,…), etc.

Y lo que debe de hacer el Ayuntamiento para obtener ingresos estables y lógicos son planes de diversificación en el crecimiento económico, que sean además sostenibles y actualizados sobre las bases reales del municipio, porque sustentarlos en el urbanismo actualmente y tal como se desarrolla la crisis, afecta directa y duramente al sector y además puede reducir los ingresos lo cual supone es un riesgo que puede traer peores consecuencias de las evidentes.

Los ciudadanos necesitan cada vez más y mejores servicios municipales, que son posibles con una financiación adecuada proveniente de los impuestos y tasas municipales y de una economía activa y productiva. Y desde el P.C.E. defendemos que deben de pagar más los que más patrimonio y riqueza tienen.