La reciente resolución adoptada por
La situación es sencilla de analizar. Que se llegue a las 65 horas de jornada semanal supone dos situaciones posibles. La primera que si trabajando 5 días a la semana, la jornada laboral es de 13 horas al día y como el día tiene 24 horas, si contamos 8 horas para dormir la resta es sencilla: sólo quedan 3 horas para el ocio y/o la familia (que con lo cansad@ que se sale del trabajo, tampoco parece que sea provechoso).
La segunda opción es que las 65 horas se trabajen en los 7 días de la semana, lo cual da a algo más de 9 horas por día. Empleando el criterio anterior de 8 horas para dormir quedan 6 horas para el ocio y familia.
En un caso u otro el retroceso al inicio de
El cambio en las últimas décadas parece evidente. El fin del “enemigo comunista” (más bien lo que podía suponer de atractivo a los trabajadores y sindicatos occidentales), trae el endurecimiento del capitalismo.
Pero claro, la medida laboral que contempla la resolución de
Para aumentar la producción. Pero ¿crece hasta que nivel?. ¿Qué se hace con todo lo que se produzca?. ¿Quién puede comprarlo si los salarios bajan o se contienen todos estos años y si ahora además no habrá tiempo para comprar?. El consumo de productos, de ocio, cultura, deporte o espectáculos se reducirá aún más no solamente porque el poder adquisitivo de los salarios no aumenta y por lo tanto el nivel de compra tampoco sube, sino porque no habrá tiempo para gastar.
Los afectados principales serán en primer lugar los que ya vemos: pequeños autónomos y trabajadores de pequeñas empresas.
Están más desprotegidos y la única manera para que sus empresas puedan competir es metiendo más horas.
Junto a ellos los inmigrantes y los que se vean obligados a firmar contratos individuales, sin una aplicación real del convenio colectivo que les corresponde o sin la protección sindical. En este capítulo están especialmente los inmigrantes.
A esto hay que añadir que
Esta gravísima resolución de
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