A través de dicho acto, un grupo de militantes del PCE de Burgos y de la Juventud Comunista, desplegaron una pancarta con el lema "Contra la reforma laboral, por una jubilación digna", frente a la Subdelagación del Gobierno en Burgos.
La filosofía de "una pancartada" es un acto de denuncia llevado a cabo por un grupo de miembros de la organización, que durante un breve espacio de tiempo (media hora aproximadamente) y a través de una pancarta lo más grande posible denuncian una situación concreta, intentando dar la mayor resonancia a la actividad a través de su realización en un lugar céntrico de un municipio y a través de la convocatoria a la actividad de los medios de comunicación. No se trata de una concentración y por ello el objetivo no es concentrar al mayor número de ciudadanos respecto de un hecho concreto; se trata de manifestar públicamente nuestra posición sobre una cuestión concreta.
Con este acto el Partido Comunista de Burgos quiere denunciar públicamente la evidente apuesta del gobierno del PSOE de hacer que sean los trabajadores y trabajadoras los que paguen las consecuencias de la actual crisis del capitalismo.
La reforma laboral aprobada por el Gobierno el año pasado y la reforma de la pensiones de jubilación, junto a otras medidas como la subida de dos puntos del IVA, el recorte salarial a los funcionarios, la desaparición del subsidio de 426 euros para los parados de larga duración, la puesta en funcionamiento de las agencias privadas de colocación, suponen el ataque mas grave que han padecido los derechos de los trabajadores en los últimos treinta años.
Para el Partido Comunista de Burgos los siete meses de vigencia de la reforma laboral han dejado claro que las medidas del gobierno ni han creado empleo, ni han hecho que aumenten los contratos indefinidos, objetivos prioritarios de la reforma según el Gobierno y sin embargo han facilitado los despidos y reducido los derechos de los trabajadores.
Desde el Partido Comunista de Burgos consideramos que la edad de jubilación se debe mantener en los actuales 65 años, incluso reducirse dicha edad en sectores especialmente penosos. Nos oponemos a que se reduzca la cuantía de las pensiones a través del aumento del periodo de cálculo. Y negamos que el Estado no tenga recursos para mantener el actual sistema de prestaciones de jubilación.
Es posible mantener el actual sistema de pensiones con una reducción del gasto burocrático de la administración pública, con un aumento de los impuestos a la banca, a las rentas más altas y a los especuladores, persiguiendo el fraude fiscal, la economía sumergida y la realización de horas extras ilegales y rescatando la sanidad y la educación de manos privadas.
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