viernes, 5 de junio de 2009

Garona y jugar al despiste.

En las últimas semanas y a raíz de las deficiencias con paradas no programadas que está sufriendo la central nuclear de Santa María de Garoña, así como por el debate electoral en curso, de nuevo ha saltado la polémica en torno al cierre inmediato o no de Garoña.

PP y PSOE juegan al despiste con los/as ciudadanos/as. Nuclenor presiona al gobierno con amenazas, que pretenden dar argumentos y allanar al PSOE el camino con el fin de que amplíe la prórroga de la central hasta el 2019.

Por tanto PP, como PSOE y Nuclenor (Iberdrola y Endesa a partes iguales del 50%) están a favor de que continúe la central abierta, aún a sabiendas de que su vida útil acabó hace años, lo cual acrecienta las averías y paradas y en definitiva el riesgo de accidente o contaminación nuclear para los/as ciudadanos/as.

Y aquí es donde entra el despiste y posicionamiento de todos los interesados.
El PP diciendo que no se cierre por los puestos de trabajo aunque se trata en el fondo de defender a la patronal, de defender sus beneficios empresariales y obtener prebendas los municipios que están en torno a la central que son sobre todo de su color político y que obtienen de Nuclenor grandes ventajas e inversiones a través de subvenciones por los convenios suscritos que desaparecerían si Garoña se cierra.

El PSOE que juega siempre con la ambigüedad de contentar a todos, hace un llamamiento por cerrar las nucleares y apostar por las energías renovables (también en manos de las empresas eléctricas). Lo hace a través de su “Fundación Ideas” pero sin exigir cierre inmediato de Garoña, la central más antigua del estado.

Los políticos socialistas dicen que se tendrán en cuenta lo que diga el Consejo de Seguridad Nuclear (que como parece evidente, no apuesta por los cierres de centrales como cambio de modelo energético hacia otros no contaminantes). Y dicen como el PP que no se cerrará Garoña si no hay planes de empleo que lo garanticen, siendo los motivos de fondo muy similares a los del PP, añadiéndose en este caso que dirigentes comarcales socialistas de Merindades trabajan o están vinculados a Garoña.

Tanto PP como PSOE esperan que esos planes de generar o mantener empleo cuando se cierre Garoña vengan poco menos que del cielo, porque ni el Gobierno Central (PSOE), ni el autonómico (PP) o provincial (PP), además de ayuntamientos de Merindades (PP y PSOE) están planteando nada en este sentido.

Nuclenor amenaza con reclamar 156,3 millones de euros (15,5 al año) por las inversiones hechas. Resulta bochornante esta presión inaceptable, porque esas inversiones eran necesarias en este tipo de empresas, al igual que cualquier empresa debe de invertir en seguridad al instalarse de acuerdo a la normativa específica que tengan. Las últimas inversiones que han hecho a sabiendas de que la prórroga expiraba en 2009 eran para tratar de conseguir otra, es una inversión que han hecho suponemos que por ser necesaria, pero también para influir en la ampliación que ahora pretende Nuclenor. Digamos que es un riesgo calculado que plantea la empresa, por eso ese chantaje es inaceptable.

Desde el Comité Provincial del P.C.E. queremos exigir:

1. Que la decisión del cierre de Garoña sea política y no mediatizada por informes adicionales o
coacciones económicas inaceptables. El PSOE prometió cerrar las nucleares y apostar por las
renovables y es el compromiso que exigimos que cumpla.
2. Que una vez cerrada Garoña se haga una apuesta clara por las energías renovables.
3. Que desde ¡ya! el gobierno central en coordinación con el autonómico, la diputación provincial y los ayuntamientos de la comarca trabajen en un plan económico global y energético para la comarca como llevamos exigiendo hace años.

Desde el Partido Comunista de España afirmamos que el desmantelamiento de Garoña crea y mantiene más puestos de trabajo directos e indirectos que con la central abierta.

Para el P.C.E. el cierre de Garoña debe de ser inmediato porque ha pasado con creces su vida útil, tiene averías en el reactor y tuberías irresolubles y genera residuos altamente contaminantes y que duran cientos de votos. No es verdad que pueda mantenerse en perfectas condiciones 60 años más.

Comité Provincial del PCCL-PCE Burgos.

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