jueves, 10 de julio de 2008

Ya está la crisis, pero no hacen nada

Por mucho que se quiera maquillar con el vocabulario, ya está aquí la crisis y el gobierno no toma medidas que sean negociadas con los demás agentes sociales. ZP dijo en el debate del miércoles 2 de julio, que el gobierno no puede hacer nada y quien no llegue a final de mes que vaya a la beneficencia que depende de las autonomías.

Se puede decir como se quiera: “desaceleración”, “parón temporal de actividad”, o “cese temporal de la actividad económica”. Con los indicadores que tenemos esto es una crisis. Da igual que nos venga de fuera - como todas, por cierto - o que sea propia. Lo cierto es que en España será más dura por su modelo económico basado en la especulación financiera a través de productos que dan altas rentabilidades sin tener una base real que la sustente, en la especulación y el desarrollo urbanístico que sólo es posible si hay consumidores (no los habrá hasta el infinito) y en el consumo interior que quiebra cuando no hay empleo y cuando el sistema productivo y bursátil ha perdido liquidez por la especulación de valores.

Los indicadores son claros: una economía que en el mejor de los casos crecerá a finales del año menos de un 2% (en el primer trimestre sólo un 0´3%) está estancada y sin confianza, un paro que se desborda a pesar del nuevo recuento del INEM que reduce artificialmente las cifras llegando al 11% (el interanual es del 21%), una inflación que galopa al 4´1% (superado el 5% la interanual).

El gobierno está paralizado. Aunque, nos sube de nuevo los productos básicos como la luz. Reduce algo los salarios elevadísimos de los altos cargos de la administración que en conjunto son pocos pero excesivo ya se las habían subido desorbitadamente en años anteriores. Reduce los gastos corrientes de la administración que vista la picaresca de cuadrar las cuentas al final del año, los distintos departamentos compararán medios nuevos y materiales que muchas son veces innecesarias.

El propio gobierno reconoce que esas dos últimas medidas son meramente cosméticas, ya que ambas no llegan al 0´007% (unos 20 millones de euros).

O toman medidas claramente insolidarias como pedir que los inmigrantes en paro vuelvan voluntariamente a los países de donde salieron por no tener trabajo, tras abonarles el subsidio por desempleo completo, que si bien en su país inicialmente puede suponer un cierto dinero, a medio plazo seguirán allí sin trabajo y cuando pretendan volver no podrán hacer al perder sus permisos de residencia y trabajo. Primero les pedimos que vengan por ser necesarios y luego les echamos. Esa es la solidaridad del PSOE. Pero ya lo anunció nuestro flamante paisano Octavio Granados antes de las elecciones.

Tal vez en verano, como siempre el gobierno ponga otras medidas más duras e impopulares, algo habitual en nuestro país: en verano la medicina más dura.

Desde el Partido Comunista de España, exigimos que el Ejecutivo reoriente su modelo económico que pasa por un gran pacto social con los sindicatos y los empresarios, pero que no se base en fórmulas agotadas que nunca sirvieron: congelación salarial para los trabajadores y facilidad en el despido. Esta crisis es de especulación y de buscar un enriquecimiento rápido basándose en elementos de riqueza ficticios y no productivos (vivienda, sellos, fondos, bonos, etc.). Es una crisis creada por los ricos (del ladrillo y bancos) que pagan los pobres

El eje de esa nueva política económica se basaría en:

  1. Impulsar sectores productivos modernos, fomentando la investigación y el desarrollo, aumentado la inversión en nuevas tecnologías, formación y educación.
  2. Impulsar un modelo energético no contaminante que evite o disminuya el crecimiento constante del precio del petróleo que también es especulativo pagándose en la actualidad con los supuestos precios que se aplicarían en el futuro. Para ello hay que aprovechar nuestras potencialidades energéticas (sol, aire, mareas, etc.) evitando caer en energías contaminantes y de riesgo (carbón, petróleo o nucleares como se ha visto en los recientes accidentes de Asco).
  3. Una reforma fiscal que haga que paguen los que más beneficios obtienen, o más patrimonio y riqueza tienen. Debe de ir acompañada de elementos favorecedores a aquellos sectores, personas y empresas que generan empleo estable y desarrollo sostenible.

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