lunes, 17 de mayo de 2010

“¡A LA HUELGA GENERAL!”.

Para que un estado se desarrolle económicamente sólo hay dos formas: exportar más productos, bienes y servicios, o consumir más productos, bienes y servicios en el mercado interior. No conocemos otras formas de hacer crecer la economía y en consecuencia de salir de la crisis, que es del sistema y no coyuntural o cíclica.
Esta crisis es especulativa, de obtención de beneficios rápidos y en gran medida irreales. No ha sido una crisis de superproducción. Los benéficos se invertían en otros “productos” financieros especulativos, o en bienes y servicios que daban más beneficios que la producción real en industria, energía, etc.
El sistema lo único que está recetando ante la crisis actual es recortar el gasto público tanto a Grecia, como a España o Portugal entre otros. Es decir, no está planteando un cambio de modelo económico hacia la economía productiva sostenible.
El gobierno de ZP sigue estas recomendaciones pretendiendo contentar al sistema financiero y económico internacionales y españoles; lo cual no han logrado.
La brutal caída del Bies 35 tras anunciar las medidas, no avala precisamente lo que aplaudían los organismos y analistas internacionales.
Las exportaciones españolas siguen cayendo con lo que el déficit público y el déficit comercial no crecen.
Las medidas de ZP no sacarán de la crisis, no crearán empleo. No ya a corto plazo, sino a medio y pude que en varios años, ya que este país necesita reformas estructurales, no laborales e impositivas al consumo.
Lo dijimos hace poco. Las medidas que ofrece el sistema no consisten en avanzar en el reparto del trabajo, reduciendo la jornada laboral, sino en la desregulación del mercado laboral y en la congelación y reducción salarial (empezando por los empleados públicos).
...
Y esas medidas agravan el problema de la mejora económica del estado basada en su mercado interior.
Con un 20% oficial de parados que sigue creciendo pues los ERE´s no cesan, con una economía sumergida enorme que acoge a millares de personas (difícil de cuantificar), es difícil que ahora con el recorte y posterior congelación salarial de los empleados públicos, el consumo de productos bienes y servicios, aumente (tan sólo en Burgos hay 24.055 empleados públicos y 108.000 personas afectadas por las medidas del gobierno, justo a los pensionistas). Eran los que podían consumir porque a pesar de sus congelaciones salariales, mantenían la estabilidad en el empleo, pero ahora quedará su poder adquisitivo muy mermado.
Igual sucede con las pensiones congeladas (sólo en Burgos afecta a 83.810 personas).
Es evidente que la propuesta del aumento de la jubilación, empeora la entrada en el mercado laboral de los más jóvenes que son los mejor formados.
Tan grave como esto es la reducción en 6045 millones de euros de la inversión pública, ya que esto afecta a muchas empresas que permanecen cubiertas y mantienen el empleo, gracias a la inversión pública en creación de infraestructuras, equipamientos o mantenimiento de sectores sociales que sufren en gran medida la exclusión social (discapacitados, ancianos, mujeres maltratadas, personas que salen de problemas sociales graves como la prostitución o la drogadicción, etc.) y en último lugar la desaparición del cheque-bebé cuando tenemos una sociedad tan envejecida es la peor forma de propiciar la recuperación y rejuvecimiento demográfico. Otra cuestión a que este tipo de ayudas como el cheque-bebé deban darse no discrecionalmente, o según la renta de las familias.
A ello hay que sumar tres elementos más, que no por eso dejan de ser importantes.
El primero es que grandes empresas multinacionales españolas, muchas de ellas fueron estatales, están teniendo enormes beneficios en estos momentos de dura crisis. Más aun, han subido algunas de las los precios de sus productos a lo largo de este año.
La segunda es que la subida de IVA a los productos ayudará a golpear duramente el consumo, pues se añade el menor poder adquisitivo de los trabajadores y las menores pensiones y subvenciones.
El tercer elemento es que la patronal, en este caso, el gobierno, rompe un acuerdo firmado con los sindicatos de la función pública de manera unilateral, siendo un pésimo ejemplo que pueden seguir otras patronales, cercenando la negociación colectiva y minusvalorando a las centrales sindicales.
Estas medidas en resumen no resuelven nada, no nos meten en la senda del crecimiento económico. Sólo sirven para hacer caja al gobierno para pagar sus deudas.
Por todo esto el P.C.E. apoya a los empelados públicos en su lucha. Porque somos conscientes de que tras estas medidas coyunturales para salir del paso, vendrán otras peores como las que se han empelado con los trabajadores griegos.
El P.C.E. entiende que las agresiones hasta ahora sufridas, y no sólo estas últimas, justifican la huelga general. y las centrales lo saben. Por eso hay que pararles.
Los únicos contentos son los empresarios y las grandes fortunas que no ven peligro a sus intereses. Pero sólo ellos, pues las empresas que cotizan en bolsa, no responden afirmativamente.
El P.C.E. vuelve a exigir una fiscalidad progresiva, una reducción del IVA, un gravamen a las grandes fortunas, la restitución de los Impuestos de Sociedades y Patrimonio, aumento de la inversión pública, la lucha decidida contra el fraude fiscal y acabar con los SICAV y la creación de un sector financiero y de crédito públicos.
Con este paquete de propuestas se puede realmente entrar en la senda del crecimiento, exigiendo a su vez con esfuerzo inversor y la concesión de crédito a actividades productivas, rechazando que el sector bancario invierta las ayudas estatales en comprar deuda pública española y productos financieros nocivos.
Hay que hacer un gran pacto que cambie el modelo económico del estado entre gobierno, partidos, sindicatos y patronales. Si no, seguiremos con parches y esperando que desde fuera nos ayuden.



Burgos, 17 de mayo de 2010
Sª Movimiento Obrero.

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