El consulado que dirige abarca la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Murcia, Ceuta y Melilla. La cónsul aprovechó su estancia en Burgos para ofrecer una conferencia en Espacio Tangente bajo el título Venezuela, la revolución continúa. El acto estuvo organizado por Iniciativa Solidaria Internacionalista, Izquierda Unida, PCE, Juventudes Comunistas-UJCE e Izquierda Anticapitalista.
Hace años trabajó para Nicolás Maduro, el candidato a la presidencia de Venezuela y sucesor de Hugo Chávez. Cree que, aunque no tenga la personalidad del comandante, es una persona «carismática, cercana a la gente, conciliador y que se deja ayudar». Ginette González, la cónsul general de la República Bolivariana de Venezuela en Madrid, está convencida de que el chavismo tiene futuro pero también reconoce que comienza una nueva etapa. Valora positivamente los 14 años del gobierno de Chávez, aunque desde el punto de vista autocrítico que dice tienen todos los venezolanos encuentra aspectos mejorables. Ayer estuvo en Burgos ofreciendo su visión sobre el país en la era post-Chávez y atendiendo la oficina itinerante del Consulado, que hoy continuará operativa de 9 a 14 horas en Eladio Perlado.
¿Cree que el chavismo sobrevivirá a Chávez?
La movilización que se ha generado a la muerte de Chávez ha sorprendido también a sus partidarios. Pasan frente a su urna prácticamente una persona por segundo, son ríos y ríos de gente de toda Venezuela. Y nos ha impactado porque, aunque sabemos del gran seguimiento que tenía Chávez -como se ha demostrado en 17 elecciones-, tal actitud demuestra que el chavismo vino para quedarse. Hay mucha confianza en la madurez del pueblo y en su sistema democrático; en una democracia que ha pasado de ser representativa a participativa. El protagonismo del pueblo, el poder popular, está muy inoculado en la población. Hay una gran mayoría que no entiende el funcionamiento del Estado y del sistema político de otra manera que no sea con la participación de las bases.
Una cosa es el programa de Chávez y otra su carisma, que no puede copiar Maduro. ¿Cómo describe a su sucesor?
Maduro va a cumplir seguro el mandato que le dejó el comandante. Y la población que lo apoya no tiene duda.
Pero él querrá dejar su impronta. ¿Cómo es Maduro?
Es un hombre con reconocimiento internacional que tiene su propio bagaje. Está claro que los carismas no se transmiten, pero él es carismático a su modo. Es una persona muy cercana, que consulta las cosas, le gusta trabajar en equipo, se deja ayudar y es muy conciliador. Caprile, el candidato de la oposición, ha criticado cómo se ha informado sobre la enfermedad de Chávez y pone en duda la fecha de su muerte... ...Es perder el tiempo poner en duda eso. Porque además es parte de la contienda política.
¿Es también parte de la contienda política sugerir que ha habido una conspiración para matar a Chávez?
Hay casos en la historia reciente como la de Arafat. Es un tema médico que no manejo, pero no lo puedes descartar. Chávez fue declarado enemigo por gobiernos poderosos y no sería de extrañar. Hubo muchas maneras de acabar con su gobierno, y la más evidente fue el intento de golpe de Estado de 2002...
La imagen de Venezuela y de Chávez en España es muy concreta. ¿Cree que ignoramos lo que pasa en su país?
Ha habido unas campañas de distorsión de la imagen de Chávez impresionante. Pero a raíz de su muerte, he recibido muestras de condolencias de gente que jamás me hubiera imaginado. Y eso es porque ahora se están viendo cosas que antes no se dejaban ver: el rostro cotidiano del día a día en Venezuela. Como el carisma humanista y de preocupación de Chávez con las bases. Hagamos un análisis en positivo y en negativo. Destáqueme dos aspectos buenos de su gobierno y dos mejorables. Positivos hay muchos, al margen del respaldo ciudadano a través de los votos: el sistema de salud gratuito y universal; el sistema de educación gratuito que llega hasta la universidad, que era una demanda social; la formación de médicos porque existía un déficit importante y ahora ya tenemos nuestras propias promociones gracias a una cooperación con Cuba, o el sistema democrático. En el lado opuesto coloco la excesiva confianza que tuvo Chávez en el adversario y como acciones políticas reconozco que tenemos un problema de violencia estructural, que por otro lado es peor en los estados que gobierna la oposición, y otro es el problema carcelario. Se creó un ministerio específico para mejorar las infraestructuras y humanizarlas, y en ese sentido se ha creado una universidad para policías, porque no queremos unas fuerzas de seguridad represivas, sino que tengan su papel dentro de la sociedad.
¿Cambiará ahora la relación con Cuba?
No. Ahí no hay vuelta atrás. Es un tema latinoamericano, de integración.
¿Cómo están hoy las relaciones con España?
Siempre han sido cordiales, salvo ciertos roces pasados que se han superado. Las relaciones son buenas y la prueba está en la delegación que estuvo en el entierro de Chávez y la inversión económica de Venezuela en España, como la compra de la fragata que vigila nuestras costas.
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