Se cumplen 80 años de la proclamación de la II República Española en este 14 de abril. La conmemoración de este día tiene para nosotros una doble vertiente: por un lado, el recuerdo de aquel momento de nuestra historia y de los que dieron su vida por defenderla tras el golpe de estado; por otro, la reivindicación de una III República, pues este día no es sólo un mirar hacia el pasado, sino también un caminar hacia el futuro, hacia la consecución de la III República. En este sentido, cuando hablamos de III República no hablamos sólo de la posibilidad de elegir a nuestro Jefe de Estado. El PCE dejó constancia en su I Conferencia Republicana el pasado noviembre cuales son los ejes de la propuesta republicana. Entre ellos, el impulso de una democracia participativa, en la que cada ciudadano tenga en su mano el poder de elegir de una manera directa; el control democrático y público de la economía, hoy más necesario que nunca ante la crisis capitalista, con un nuevo modelo productivo, banca pública, protección social plena, renta básica universal…; la laicización de la sociedad; el respeto a los DD.HH.; la apuesta por un Estado Federal; el desarrollo de la educación y la cultura y la renuncia de la guerra como instrumento político.
Y es que consideramos que la República viene caracterizada por unos determinados valores, principios, funcionamiento y contenidos, en lo que venimos a llamar Democracia Republicana. Hacia lo que caminamos, no sólo en un día como hoy, sino cada día.
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